Por fín mi poesía está alcanzando la perfección que esperaba; ya no tengo nada que decir.
Ya no tengo nada que compartir excepto mi amor y/o amistad hacia mis seres queridos y todos aquellos que se lo merezcan. Ya no quiero formar parte de un mundillo (el de los artistas y poetas) que considero enfermo y decadente.
Mi ego parece tranquilo y me despido, no se si temporal o definitivamente.
Sed felices.
Adiós.