lunes, 27 de junio de 2011

Necesito una teoría

Si Amigos, tras años dando tumbos de un lado a otro, tras hacer el gilip****s en los trabajos peor pagados, tras llamar a mil puertas y escuchar mil y una respuestas, he llegado a la siguiente conclusión; la culpa es mía y solo mía. Y por eso necesito lo que todo artista que se precie debe tener: ¿Gafas de pasta? ¿Vestir completamente de negro? Eso también, pero no. Necesito una teoría, un nombre chanante, flipante, molón, que suene a nuevo y profundo a la vez. Que brille como luz de neón. Una palabra compuesta e incluso inventada por mi mismo con la que pueda explicar a la gente de que trata mi obra.
- ¿Y de que trata tu obra?
- de culos y tetas ... pero no puedo tener una teoría que se llame "culitetismo".
- ¿Y de que trata tu obra?
- de mares y montañas, de sol y lluvias, pero esto parece una clase de meteorología.
- ¿Y de que trata tu obra?
- De trabajo y vida cotidiana, de leer el periodico los Domingos, de casarse y tener hijos... pero no creo que  la gente necesite teorias sobre esto.
- ¿Y de que trata tu obra?
- De un francés, un inglés y un español y va el francés y dice...
- ¿Y de que trata tu obra?
- Y yo que sé, señora. Solo soy uno que lleva años dando tumbos porque no encuentra un nombre bonito para su producto.

                                     
bellas... bellas palabras

...y minutos publicitarios.

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Luís.

1 comentario:

  1. ¿Se pide a los críticos que hagan arte? No, porque no tienen ni p*** idea. Ellos hacen lo que saben hacer, que es escribir, unas veces bien y otras no tanto, sobre las creaciones de otras personas. A algunos incluso el ego les hace intentar eclipsar la obra de la que hablan. Por lo tanto, si no les pedimos a los críticos que hagan arte, ¿porqué les pedimos a los artistas que reflexionen sobre su propia obra? Su obra ya nace de su reflexión ante el mundo. Y en el caso del arte,en muchos casos, ésta es una reflexión más visceral que intelectual, que nace a veces sí en el cerebro, pero otras en el hígado, el corazón, el glande, el clítoris, el estómago o los riñones...porque es una reflexión que nace en las entrañas.
    Quien pide al señor Elvira que reflexione sobre su obra, es dejar claro que no ha entendido nada sobre ella. Hay mucha reflexión tanto en su poesía como en su pintura, y quien no la entienda, quizá debería reflexionar sobre sí mismo, pero no pedirle al mago que desvele la magia.
    Por cierto, a mí lo de culitetismo no me suena nada mal.

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