Ahora

             Ahora, gente que decía que jamás haría tal o cual cosa, que no cometerían los errores que sus padres cometieron, que serían libres como el viento (Esto suena a letra de rumba), que para ellos no era lo de una familia, una casa con jardín y un perro, pagan fervientemente su hipoteca  y se agolpan en la tienda de la esquina con la esperanza de conseguir el nuevo teléfono móvil, mas pequeño, mas compacto, mas moderno.

            Ahora, gente que decidió apostar por lo seguro, que decidió abandonar sus sueños en detrimento de una actitud pragmática; un buen trabajo, un buen sueldo, un buen barrio, tranquilo, rodeado de gente joven, que como ellos, buscaban la misma estabilidad, piensan con una sombra de tristeza en sus ojos qué hubiera pasado si hubieran elegido lo contrario.

            Ahora, nos enfrentamos a nuestras propias decisiones, a nuestros propios actos, y eso no chana, porque no hay nadie a quien echar la culpa si no nos gustan.



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L.